Títeres enjaulados de Los titiriteros de Binéfar


Del 27 de septiembre al 10 de octubre, coincidiendo con la Feria de Teatro y Danza de Huesca, exposición en la librería: Títeres enjaulados, de los Titiriteros de Binéfar.












Nuestra nave y almacén se han ido llenando, a lo largo de estos
veintiocho años, de muñecos. Esas entelequias que danzaron en el
escenario y en la calle abierta y que ahora parecen dormidos en las
estanterías de los almarios (sí, “almarios” porque guardan almas).

Ahora mientras esperan regresar a ese paraíso ocasional en el que
viven y que se llama espectáculo, nos hemos decidido a darles una
nueva oportunidad. Una ocasión menos intensa que el espectáculo pero
más prolongada, para que sean contemplados en esta exposición.

Tenemos miedo a que escapen, así que están enjaulados, quizá porque
sabemos que algunos títeres se han quedado prendidos, locamente
enamorados de un espectador o espectadora que estuvo sentado al otro
lado, en el patio de butacas. Nunca saben los espectadores que, al
igual que ellos sienten su corazón atrapado por los protagonistas de
las farsas, los muñecos también se ven enajenados por la mirada
absorta del público, y después vagan tratando de encontrarla. Es la
mirada inteligente de algún niño, o la mirada tierna y sensible de
alguna mamá lo que da de verdad vida al cartón-piedra y al trapo (¡al
carajo la goma-espuma contaminante y poco noble!).

Así que aquí tenéis los títeres de Los Titiriteros enjaulados para que
no escapen como conejos o
gallinas de corral (pues no se olvide que
somos de pueblo).


El corazón de los Titiriteros de Binéfar al alcance de la mano

Un guiñol.
Un guiñol. | VÍCTOR IBÁÑEZ
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La compañía expone en la Librería Anónima una muestra de muñecos



S.D.
03/10/2010

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HUESCA.- Un teatrillo antiguo de color azul celeste, con tres títeres ocupando el escenario y grandes letras en las que se lee: Guiñol. Esa pieza, ubicada en el escaparate de la Librería Anónima de Huesca es la mejor invitación para disfrutar de la pequeña exposición que han montado Los Titiriteros de Binéfar en este establecimiento.

La sala que la alberga es, hasta el próximo 10 de octubre, un pequeño rincón del museo que la compañía altoaragonesa tiene en La Casa de los Títeres de Abizanda. "Es una muestra muy pequeñita del fondo del museo, y por ello hemos querido traer un poco de todo", explica Pilar Amorós, artífice junto a Paco Paricio de Los Titiriteros de Binéfar.

Títeres y cosas antiguas recogidas en sus viajes por todo el mundo, materiales propios, sobras chinescas, muñecas articuladas y una colección de fotos de algunos de sus espectáculos, son lo que Los Titiriteros de Binéfar comparten estos días con los oscenses, a los que quieren hacer partícipes de su Premio Nacional de Teatro con una exposición interactiva en la que los títeres están al alcance de la mano para que el público los toque y los manipule.

"A la gente le encanta manipular, que es como denominamos el manejo de los títeres, y hemos pretendido que así sea, con una exposición que no es estática, sino participativa", apunta Pilar Amorós.

Un ejemplo de ello lo encuentra el visitante en una estructura de madera en rodea una pantalla de tela, sobre ella el espectador, apretando un botón, va proyectado sombras en las que se reflejan títeres de diferentes partes del mundo: China, Turquía, Indonesia... Y como el lenguaje de los títeres es muy amplio, tanto en técnicas como en posibilidades, la muestra también incluye muñecos articulados "muy populares por todo el mundo y de los que tenemos una colección". En Huesca, "y como homenaje a la mujer trabajadora" se exhiben unas mujeres mexicanas en las que al tirar de una cuerda van desarrollando actividades tan cotidianas como cocinar o lavar.

Como colofón a este paseo internacional por el mundo de los títeres, Los Titiriteros de Binéfar exponen algunos de sus muñecos. "Unos están preparados para que los toquen y manipulen y otros aparecen enjaulados, pero en sentido positivo, están guardados esperando que la gente los vaya a ver", indica Pilar Amorós Postales, folletos, libros..., son la aportación de Anónima a un exposición diferente, especial y cargada de simbolismo por lo que los títeres representan y porque cada persona que la vea se puede sentir, al menos por un instante, un auténtico titiritero.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Una delicia de exposición, aunque se echa en falta una inauguración oficial...

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